Lanzamiento de “Like a Prayer”de Madonna
El sexto álbum en la carrera de la Reina del Pop, fue sin duda un claro intento de superar etapas pasadas para entrar en una más asentada y madura, musicalmente hablando. De hecho, la crítica lo consideró un punto de inflexión en su trayectoria donde la ambición rubia de los 80 dejaba de lado su época de sex-symbol. El disco incluía temas como el que le dio título, y otros como “Cherish”, “Express yourself”, o “Dear Jessie”. Tras un año y medio sin sacar nada nuevo al mercado, el primer sencillo de este trabajo, “Like a prayer”, se alzó hasta los puestos más altos de las listas de ventas, a pesar de levantar las iras del Vaticano, por su temática religiosa, y de ser censurado en varios países.
La riqueza musical de los años 80 expresada por grupos que exploraban sonidos, ritmos y cadencias que iban más allá de las clasificaciones establecidas del rock, blues o pop, fructificó merced a la exitosa explotación de los recursos tecnológicos del estudio de grabación.
De entre todos los recursos creativos al alcance de grupos del calibre de U2 y A-Ha, o de cualquier otro creador de buena música, las innovaciones tecnológicas fueron las que mejor les permitieron explotar las enriquecedoras tesituras electrónicas de guitarras y sintetizadores.
Tomar al estudio de grabación como la herramienta creativa por excelencia de los 80, representaba la posibilidad de sacramentar el recinto ad hoc que permitiría la creatividad que las futuras leyendas de la siguiente etapa creativa del rock, del pop y la música tecno nos legarían.
Fue así como los espíritus rebeldes que luchaban por trascender la etiqueta de las generaciones previas lograron encontrarse de la manera más plena posible.
Cada tarde LA COMADRITA presenta para ti la totalidad de la música que caracterizó este tipo de encuentros durante la década de los 80.
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